Ecografía.
¿Qué es una ecografía?
La ecografía es un procedimiento que permite obtener imágenes de muchas
de las estructuras de nuestro organismo a través de ondas de ultrafrecuencia.
¿Cómo se realiza?
Se realiza colocando un gel sobre la piel y deslizando por el abdomen un instrumento, similar a un
micrófono, llamado transductor.
La ecografía abdominal es la más frecuente y en ella se explora la
vesícula biliar, el hígado, las vías biliares, riñones, páncreas y bazo.
Incluye también la aorta y el retroperitoneo.
No es un procedimiento doloroso y dura aproximadamente 15-30 minutos.
En el caso de la mujer embarazada, es una prueba diagnóstica
imprescindible para el estudio de las estructuras fetales, la placenta y el
diagnóstico del curso de la gestación.
Tipos de ecografías
Ecografía bidimensional.
Ofrece imágenes en dos dimensiones. Las imágenes se visualizan en una pantalla
y se representan mediante una escala de grises.
Ecografía con Doppler color.
Permite estudiar los flujos de los vasos sanguíneos.
Ecografía 3D. Las imágenes se identifican en tres dimensiones de manera parecida a una
fotografía. Permite hacer estudios volumétricos de las estructuras.
Ecografía 4D. Es similar a la anterior, pero la imagen se obtiene en tiempo real, por lo que se reduce notablemente el tiempo de la exploración con respecto a la 3D.
¿Puede perjudicar?
Se trata de una prueba no invasiva y que se basa en ondas ultrasónicas
que no producen ningún efecto nocivo en los tejidos, por lo que puede
realizarse en cualquier momento y tantas veces como sea necesaria.
Imagen original.
Imagen editada con GIMP.
Radiografía.
¿Qué es la radiografía?
La radiografía es la técnica que, a través del uso de rayos X, permite
obtener una imagen del interior del organismo.
¿Cómo se realiza?
El procedimiento consiste en exponer aquello que se pretende fotografiar
a una fuente de radiación; se emiten rayos X sobre la parte del cuerpo cuyo
interior se desea observar.
Los rayos X tienen la capacidad de atravesar los tejidos blandos
(órganos, músculos, etc.), pero no los huesos, que absorben la radiación.
Al colocar un detector especial detrás del cuerpo, los rayos X van
generando la imagen. Los huesos quedan “grabados” en blanco y el resto de los
componentes internos del cuerpo, en distintas tonalidades de gris de acuerdo a
la densidad. El vacío queda negro.
Tipos de radiografías más comunes.
Abdominal, de hueso, de tórax, dental, de una extremidad, de la mano, de
las articulaciones, del cuello, de los senos paranasales, del cráneo, de la
columna torácica, del esqueleto.
Radiografía de la fractura de un brazo.
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