viernes, 14 de abril de 2017

Trabajo de imágenes


Radiografía fractura tobillo

Una radiografía es una imagen de una parte del cuerpo humano realizada mediante rayos X emitidos por los aparatos de radiología.

(Original)                                          (Modificada con GIMP)













 
Las imágenes se reproducen en las placas radiográficas, que son a modo de negativos fotográficos de la zona explorada, y el médico los estudia con una luz trasera o negatoscopio.
Cómo se realiza una radiografía:
Se realizará en un lugar acondicionado para el uso de un aparato de rayos X, suficientemente aislado mediante estructuras que no dejen penetrar los rayos-X fuera de ellas, como pueden ser paredes de hormigón gruesas con plomo.
Un técnico de radiología será el encargado de realizar la exploración, y dependiendo del tipo de placa, estructura, peso del paciente, y otras variables ajustará el tiempo de exposición y la intensidad de los Rayos X producidos. El técnico estará cubierto con un delantal de plomo y un contador de exposición para su propia seguridad. 

Para qué se realiza:

Las radiografías se utilizan para buscar:
  • Fracturas/traumatismos de huesos.
  • Cáncer que se ha diseminado a otras zonas del cuerpo.
  • Osteomielitis (inflamación del hueso causada por una infección).
  • Daño al hueso debido a afecciones degenerativas.
  • Anomalías del tejido blando alrededor del hueso.


Resonancia magnética cerebral

La imagen por resonancia magnética usa ondas de radio y un fuerte campo magnético para obtener unas imágenes de los órganos y tejidos de gran detalle y calidad.
Esta técnica es de gran ayuda para el diagnóstico de los tumores cerebrales y de los trastornos de las órbitas y del oído interno. Con la resonancia magnética se consiguen ver estructuras que no conseguimos ver con otro tipo de técnicas de imagen.












(Comparativa de una RM del cerebro: control y Alzheimer)











(RM cerebral de un cerebro sano y de uno con Parkinson)

Para qué se utiliza:
Es la técnica más sensible para el estudio de los tumores cerebrales, accidentes cerebrovasculares (ictus) y algunas enfermedades crónicas del sistema nervioso central. Además se usa para descartar alteraciones cerebrales en pacientes con demencia y también se usa para estudiar la hipófisis.
Cómo se realiza:
La resonancia magnética convencional cerrada es un imán cilíndrico cerrado con dos aberturas en ambos extremos. Últimamente se están empleando equipos más potentes (de hasta 3 teslas) con los que se obtienen imágenes de gran calidad y además sirven para nuevas aplicaciones diagnósticas.
La imagen por resonancia magnética no usa radiación ionizante.
En la resonancia al paciente se le somete a un elevado campo magnético y se le envían unas ondas de radiofrecuencia. De esta forma los protones (núcleos de los átomos de hidrógeno) primero se “excitan” y luego de “relajan” emitiendo señales de radio que son analizadas y procesadas por un ordenador para reconstruir las imágenes.
Un estudio de resonancia magnética cerebral suele constar entre 2 y 6 secuencias cada una de las cuales dura entre 2 y 15 minutos. Cada tipo de secuencia tienen sus propias diferencias de contraste entre los diferentes tejidos y nos muestra una serie de imágenes en distintos planos del espacio.

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